Un repasito de la literatura gauchesca
Si miramos todos los cuentos que hemos leído, podemos ver que hay mucho paralelismo; además, que también hay aspectos distintos. Un aspecto importante es cómo dialogan los autores con la tradición. En Martín Fierro, hay una variedad de corrientes sobre el gaucho y su tradición. Por ejemplo: la familia, los hijos, las instituciones, la rapiña, el gobierno, etc. José Hernández pinta una vida de ellos que es bella y simple, pero atormentada a la vez a causa de las luchas con el gobierno y la autoridad. Siempre hay la idea de una lucha entre los unitarios y los federales. Los unitarios quieren un gobierno y sistema de control muy estricto, y ellos son los que crean problemas a los gauchos. Por otro lado, los federales son los gauchos y los campesinos; que no quieren que todo el poder esté centralizado por gobierno. Piensan que tiene que ser una distribución del poder. Más generalmente, la tradición aquí y también con la literatura gauchesca normal es una vida que pone mucho énfasis en la familia, la belleza de lo simple, y la música.
Esta idea cambia un poco con el resto de las lecturas. En “El Sur,” Jorge Luis Borges, pinta al gaucho cómo muy valiente. El personaje principal quiere morir como gaucho; durante una lucha con puñales. El Matadero también describe el gaucho como un trabajador urbano y de una manera más violenta: “La figura más prominente de cada grupo era el carnicero con el cuchillo en mano, brazo y pecho desnudos, cabello largo y revuelto, camisa y chiripá y rostro embadurnado de sangre.” Desde las primeras lecturas hasta las más recientes, vemos un cambio notable en el tema del gaucho. Al principio, tenemos obras que se dirige el gaucho en si mismo, a los soldados en las guerras revolucionarias, y al pueblo. Hay un sentimiento del romanticismo en que se nota un enfoque en la música y cómo la gente recuerda sus tiempos más felices. En cambio, las lecturas de El Matadero, “Historia de Rosendo Juarez,” y “El Sur” hablan de la violencia, un énfasis en el cuchillo, o sea el heroísmo. Específicamente, el cuento “El Sur” muestra una idea completamente idealizada de lo que es un gaucho. Juan Dahlmann tiene raíces de Argentina, pero sólo es bibliotecario y no es muy valiente. Tiene fantasías de pelear con cuchillos contra unos hombres que le molestan en un bar. Y además, quiere confrontar a estos hombres para que pueda morir valientemente. “Historia de Rosendo Juarez” también tiene que ver con la violencia porque es sobre un hombre contando un cuento sobre un hombre que mató. Pues como podemos ver claramente, hay un cambio definitivo con respeto al gaucho en la literatura.
Los temas de la civilización y la barbarie son prevalentes en las lecturas. Pero primero, ¿qué quiere decir que hay una diferencia entre la civilización y la barbarie? Esta expresión quiere decir que la civilización es algo con más estructura, mientras la barbarie es una sociedad sin muchas reglas. Hay un orden claro de vida con una civilización y también un gobierno, pero con barbarie, la gente básicamente hace lo que quiere. En El Matadero, podemos ver que las instituciones y la autoridad crean una relación principalmente forzada entre sí mismos y los gauchos. Los unitarios crean problemas, y después ponen la culpa en los gauchos, o los federales. Utilizan a los gauchos para pelear contra los indios, lo cual crea violencia innecesaria. Y por eso, los unitarios reprimen a los gauchos y causan la transformación del gaucho en un bárbaro. Pues obviamente, los unitarios serían la civilización mientras los gauchos son la barbarie. Esto también podemos ver en “Historia de Rosendo Juarez porque,” de nuevo, hay una correlación entre el matón y la violencia. Pero seguro, esta transformación viene de la demonización previa del gaucho.
Hay muchas diferencias fundamentales entre los cuentos de Borges y los textos anteriores. Empezamos con el contraste entre el romanticismo y el postmodernismo. Lo anterior describe la mayoría de la literatura gauchesca, la que tiene que ver con el arte, las revoluciones, y la independencia. El Romanticismo tiene un enfoque principal en la belleza, mientras el postmodernismo tiene más que ver con ideas más filosóficas y culturales. Específicamente con Borges, a él le gustaba jugar con la imaginación, como podemos ver en su cuento “El Sur.” Johannes Dahlmann, el personaje principal del cuento, tiene fantasías de pelear y ser como un gaucho. Tiene tantas fantasías, y están tan mezcladas con la realidad, que nos hace cuestionar lo que verdaderamente es la realidad. No sabemos con seguridad lo que pasa realmente porque a Borges le gustaba crear una pluralidad de realidades. Hay un leitmotiv del gaucho en este cuento, mientras Johannes lucha por su doble-línea: tiene raíces extranjeras y criollas.
El tema del campo indudablemente es más prevalente en las historias previas, mientras la violencia predomina en “El Sur.” El tema de la identidad es mucho más obvio en este cuento, porque vemos que Johannes está luchando entre sus raíces extranjeras y criollas. Hay una parte de si mismo que quiere vivir como sus antepasados; además, que quiere morir como sus antepasados. ¿Quién es él, verdaderamente? ¿Es el bibliotecario como se ve en su trabajo diario? ¿Hay un gaucho adentro que quiere respirar y pelear como sus antepasados? La verdad es que no sabemos, y esto es exactamente lo que quería Borges.
Sobre todo, los textos que hemos leído contienen una variedad de temas: la violencia (ambos física e interna), la familia, el gobierno, la autoridad, etc. Podemos ver una progresión indiscutible de la vista del gaucho. Empieza con la música y felicidad, y a través del tiempo, vemos que el gobierno ha creado una connotación negativa con el gaucho. De todos modos, hay mucho que podemos estudiar para entender una gran parte de la lucha y la belleza del gaucho.
Por Ashley Moore