Monday, December 14, 2009

Ensayo 2

La expresión creativa como conector

Argentina es un país lleno de historia. Esto podemos ver a través de varias corrientes en la expresión creativa: la palabra escrita (la literatura, la música, la poesía), el cine, la fotografía, etc. Aunque había eventos muy distintos con respeto a la historia de Argentina, es muy importante tener la capacidad de ver las varias relaciones entre todo. Todo se relaciona con todo; el entendimiento de la historia se basa mucho en este hecho. Más específicamente, podemos ver con mucha claridad la relación entre todo con respeto al tema de violencia y el dolor emocional. Además, qué quizás la ignorancia pueda ser igual que la felicidad.

Empezamos con “Apocalipsis de Solentiname” (1985) por Julio Cortázar. Este cuento nos muestra la violencia a través de un tono muy interesante. En la mayoría de sus obras, Cortázar utiliza lo que él llama “lo lúdico.” Básicamente, este concepto se basa en un juego de palabras con la imaginación y la falta de una realidad específica. En una entrevista con Omar Prego en 1976, dijo: “…Siempre he vivido en un mundo de literatura que al mismo tiempo es un mundo lúdico, porque para mí es la misma cosa” (4). “Apocalipsis de Solentiname” re refiere a una vacación (más o menos) de Cortázar. Visita a algunos amigos (Ernesto Cardenal, Carmen Naranjo, Samuel Rovinski, etc.) en una isla llamada Solentiname. Nuestro autor supone en el cuento que este lugar tendrá mucha destrucción a causa de la revolución en Nicaragua. Obviamente el concepto de revolución está relacionada con pensamientos de muerte y sangre. Sin embargo, mientras camina por las calles sacando fotos, y que todo se ve es bello. La gente parece muy feliz; no hay destrucción ni sangre en ese país. Es una sorpresa para Cortázar, pero una sorpresa agradable. Quiere mostrar sus fotos cuando regresa a su hogar. Cuando muestra esas fotos, son horribles y llenas de violencia:

Yo había apretado el botón y el muchacho estaba ahí en un segundo plano clarísimo, una cara ancha y lisa como llena de incrédula sorpresa mientras su cuerpo se vencía hacia adelante, el agujero nítido en mitad de la frente, la pistola del oficial marcando todavía la trayectoria de la bala, los otros a los lados con las metralletas (Cortázar 4).

Su audiencia, por otro lado, ve las imágenes que vio Cortázar cuando estaba allí: felicidad, prosperidad, y nada de muerte. ¿Cuál realidad es real? La verdad es que no sabemos. Así vemos el punto principal de este ensayo: qué la ignorancia o falta de reconocimiento pueda traducirse en felicidad. Cortázar, cómo siempre, nos ofrece varias realidades. No sabemos con seguridad cuál situación es la real: la de la belleza del paisaje y una gente tranquila, o la de los cuerpos humanos en las calles y sangre en cualquier lugar que se mira.

Algunas veces, la realidad no es bonita. No tiene belleza; no tiene lógica; no tiene una manera de explicarse. Por eso, algunas veces es más fácil fingir que una situación no existe. O sea, lo que no se sabe no puede hacer daño. Una herramienta para evitar la fea realidad es el sentido de humor. En su entrevista con Omar Prego, Cortázar habla sobre su sentido de humor:

Desde pequeño yo he tenido un gran sentido de humor y me acuerdo que siendo muy niño—tendría ocho o nueve años—me producía un gran asombro que en ciertas conversaciones de los mayores, en circunstancias en que todo hubiera podido arreglarse con una broma, con una respuesta llena de humor, todo el mundo se ponía trágico, todo el mundo se tomaba las cosas por el lado negativo…Mira que esto también puede aplicarse a la raza humana en general… (6).

Como escritor, quiere crear nuevos pensamientos, para si mismo y también para sus lectores. El mundo a través de los ojos de Cortázar muestra un mundo confundido y lúdico, pero nunca aburrido. “Para mí, una literatura sin elementos lúdicos era una literatura aburrida, la literatura que no leo, la literatura pesada, el realismo socialista, por ejemplo” (Juego y compromiso político 7). Entonces, su trabajo como escritor es abrir los ojos de los lectores; dar nuevas ideas y realidades para que puedan participar.

Juan Gelman también tuvo sentido de este trabajo. En su poema “Arte poética,” habla sobre su responsabilidad como escritor para informar a la gente de lo que ha pasado para que no pueda repetirse. Además, que este trabajo puede ser muy duro y doloroso.

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío

como un amo implacable

me obliga a trabajar de día, de noche,

con dolor, con amor...(1)

Aunque no ha vivido todo el dolor en Argentina si mismo, todavía puede sentir lo que ha pasado a través de sus obras. Escribe como si estuviera allí, y si cerramos los ojos y escuchamos las palabras que dice Gelman, nosotros también podemos ver los eventos. El dolor no es nuestro, igual que la culpa no es nuestra. Sin embargo, es muy importante entender lo que ha pasado para evitar lo mismo en el futuro.

Los besos del encuentro, los besos del adiós

todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,

rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte…(2)

La relación aquí se puede conectar con la mayoría de los textos leídos: aunque los eventos trágicos ya han pasado, las consecuencias todavía viven fuertemente en la memoria. Un ejemplo perfecto de esta idea se muestra en su poema “Si dulcemente” (1980). Este poema habla sobre unos amigos suyos, y todos escritores, que desaparecieron durante la guerra sucia en Argentina: Paco Urondo, Rodolfo Walsh, y Haroldo Conti.

En silencio

los hermanitos hablan de la vez

que estuvieron a dos tres dedos de la muerte / sonrien

recordando / aquel alivio sienten todavía

como si no hubieran morido / como si

Paco brillara y Rodolfo mirase

toda la olvidadera que solía arrastrar

colgándole del hombro / o haroldo hurgando su amargura

(siempre)…(1)

Este poema es bellísimo. Habla sobre la memoria de los amigos en un tono muy descriptivo y que evoca muchas reminiscencias. Aquí también se ve el tema de la violencia. Aunque es más implícita en este ejemplo, todavía vemos que algo horrible pasó con sus amigos y que están muertos.

…tendidos

en todo eso los compañeros / mudos /

deshuesándose en la noche de enero

quietos por fin / solísimos / sin besos. (1)

Qué profundo. Gelman explora la muerte de una manera muy íntima; elabora los detalles que usualmente no dicen. Explica implacablemente que ellos están muertos; están solísimos debajo de la tierra; nunca serán besados otra vez. Además, la memoria de los eventos, aunque ya pasaron, puede vivir a través de la palabra escrita. Igual que “Apocalipsis de Solentiname,” hay una violencia que vive de alguna manera después de que los eventos han pasado. Una película también tiene esta idea.

“Cautiva” (2003) por Gaston Biraben es una película también centralizada en la guerra sucia de Argentina. El personaje principal, Cristina Quadri, parece tener una vida muy normal con padres que le amaban muchísimo. Pero un día, un juez federal le cuenta que su nombre verdadero es Sofía Lombardi. Sus padres reales habían sido detenidos por su oposición pública contra la dictadura; ahora ella tenía que vivir con su familia real. Obviamente, sus padres fueron parte de los desaparecidos de la guerra sucia. Miramos mientras Cristina lucha con su identidad real y el reconocimiento de su pasado. Esta lucha también tiene que ver con una vida casi fingida en su totalidad, y las repercusiones de esta vida. Hasta la edad de dieciséis años, ella había crecido creyendo algo completamente falso; ahora, tenía que estar frente a frente con los eventos de su pasado. Eventualmente, puede hacer frente a y abrazar ese pasado con los cambios necesarios. Aquí también podemos ver el tema de la violencia a más del sentido de ignorancia. Aunque la vida que pensaba era real no fue verdaderamente, todavía estaba contenta. Cuando fue confrontada con la verdad por primera vez, no sabía cómo sentir. Lloró y salió, y a pesar de la evidencia dada, no podía creerlo por algún tiempo.

Pues tenemos un cuento, una película, un reportaje, y unos poemas…todos muestran de alguna manera los temas de violencia y el hecho de que la vida sea más simple sin la fea verdad. “Apocalipsis de Solentiname” nos muestra varias realidades y nos hace pensar en qué es real. El elemento lúdico es una marca típica de Cortázar, igual que su sentido de humor, lo cual leemos en su entrevista con Omar Prego. ¿Fueron las fotos de violencia o tranquilidad? ¿Pensaba que sólo miró la isla en tranquilidad cómo una manera de afrontar la revolución violenta? No sabemos. Lo que sí sabemos es el hecho de que Cortázar fuera impactado profundamente por lo que vio. Del mismo modo, los poemas de Juan Gelman nos muestran cómo los eventos de la guerra pueden afectar a la gente después de la acción. Gelman como escritor tiene la responsabilidad de informar y comunicar lo que ha pasado, y recordar esas memorias y eventos puede ser bastante difícil y doloroso. Finalmente, la película “Cautiva” nos muestra de nuevo la capacidad del pasado para afectar a la gente muchos años después de que ha pasado. Esta violencia no sólo es una violencia física, sino también una violencia emocional. Cómo podemos ver ahora, la expresión creativa en cualquier forma lleva muchísima importancia. Por eso, podemos hacer conexiones con todo y entender mucho mejor la historia.


Por Ashley Moore

Tuesday, December 1, 2009

Algunas fotos de mi viaje


Saqué esta foto en Segovia, una cuidad bellísima de España


Saqué esta foto es Bilbao, donde estudí. En cualquier lugar que se puede ver en esta ciudad, hay montañas.


Saqué esta foto en la playa de Larrabasterra. Fui aquí todos los domingos con mis amigas para tomar algún sol y relajarme. Al fin de nuestro viaje, unas amigas y yo fuimos para un atardecer, y fue una de las mejores noches de mi vida. Qué bello, ¿no?


Aquí están algunas fotos de mi viaje a España el verano pasado. Con esto, quiero notar algo sobre la clase relacionada con la vida. Una cosa de que me di cuenta durante mi viaje es que hay belleza en todos lugares del mundo. En cualquier situación negativa, se puede encontrar algo bello. Durante mi tiempo en España, vi lugares y paisajes increíbles y conocí a unos amigos muy buenos. Cómo estudiantes de la universidad, es muy fácil olvidar apreciar las cosas simples de la vida. Estamos tan ocupados todos los días que (algunas veces) no tomamos algún tiempo para nosotros mismos. Esto es muy importante. Igualmente, podemos encontrar conexiones con todo del mundo, como ha dicho Profesora Moret. Todos podemos reunirnos en el hecho de que el mundo sea un lugar muy bello.


Por Ashley Moore


Sunday, November 29, 2009

Diálogo textual #2

La mujer sin sonrisa

Sofía nunca quería salir del propio mundo dentro de su mente. Se vistió cómo una muñeca, prefiriendo ser la chica más bonita de su pueblo. Llevaba un vestido blanco y perfecto; su maquillaje nunca tenía ninguna mancha. Sus mejillas estaban llenas de color rojo, y su boca siempre de un bello rosado con sonrisa. Parecía que tenía una explicación para todo, pero que siempre era la misma explicación: “Porque mi padre me dijo así.” Por eso, no tenía que estar frente a nada importante, profundo, o triste. De hecho, la idea de la tristeza no existía para ella, igual que la idea de las soluciones negociadas. Pues cuando su padre murió, su mundo cambió totalmente.

“No entiendo,” pensaba Sofía. Por primera vez en su vida a los veinticinco años, tuvo que cuidar de si misma. Tuvo que salir de la casa para comprar comida y otras necesidades; lo que vio no fue agradable. Un día, decidió visitar a una amiga suya sobre lo que estaba pasando en su vida.

“No sé lo que debo hacer,” dijo a su amiga, “Y hay gente en las calles que siempre me asustan.”

“Por qué te asustan, Sofía?” preguntó la amiga Annie.

“Bueno, la verdad es que sé lo que han hecho. La gente que vive en la calle ha hecho cosas muy malas y Dios les dio un golpe trágico. Ahora no tienen hogar y roban sin razón. No trabajan y quieren que todos les paguen por nada. Si ellos miran mi vestido lindo, es obvio que tengo dinero. No puedo confiar en nadie así, Annie. Me van a tomar el dinero y hacerme daño. Mi padre me lo dijo.”

Annie no sabía lo que decir, pues no dijo nada. Fue muy obvio en esta conversación que ella ha vivido con su padre en una casa sin lógica ni entendimiento de lo que pasa fuera de la casa. Las palabras volaron de su boca y desaparecieron con la misma velocidad. Después de algún tiempo y pensamiento, Annie no pudo escuchar más.

“Mira, Sofía, escúchame. Ellos no han hecho nada mal, es que no tienen el dinero que tiene la familia tuya. La culpa no es suya. Lo simpático es ofrecer--”

“Ay, me duele la cabeza. Qué seas moderna; nada de moralejas. Todo lo que oigo es una excusa para que sean flojos. Ya sé que soy precioso y que todos no pueden ser así, pero bueno. Amiga, no seas tonta. Las dos sabemos que esto no es la realidad. Están en las calles, pidiendo limosna, robando…haciendo cosas feas, feas, feas. Son feas, amiga mía. Mira la ropa sucia y el olor terrible. Cuídate. Parece que ya han convencido a ti y si no tienes cuidado, te van a pegar. Mi padre me lo dijo.”

Esa noche mientras durmió, Sofía tuvo un sueño extraño. Estaba caminando por el supermercado para comprar unas cositas. Reconocía algunas caras, pero no sabía exactamente de dónde. Lo extraño fue que no hay muchas personas en las calles, sino muchas personas llevando trajes muy caros, sonriendo y riendo entre amigos. Había un hombre en la calle y la asustaba muchísimo, pero no podía solventar por qué. Intentaba continuar, pero el hombre la siguió. De repente, Sofía empezó a caminar mucho más rápido. “Ay, ¡robará mi vestido y mi bolsa!” pensaba. No pudo correr más rápido que el hombre, quien ahora le tomó del brazo. Mirando en su cara, ella se dio cuenta de que ese hombre era su padre. “¡FEA! ¡FEA! ¡FEA!” le gritó su padre. “¡Tu cara es fea, tu dinero es feo, tu alma es fea!” Sofía se despertó, llorando y sudando a chorros. Fue al baño para poner algún agua fría en su cara y para relajarse un poquito. “Qué horrible,” pensó.

Entró al baño y encendió las luces. Saltó de terror cuando se miró en su espejo, que había sido

roto durante la noche. Estaba llevando unas ropas rasgadas. No tuvo maquillaje.

El color de su cara linda había desaparecido. Cerró los ojos con esperanza de otro sueño. Y cuando los abrió, estaba en la calle, mirando un espejo roto. Y entre

sus brazos había una muñeca sucia, cuya sonrisa había sido tachada.

Por Ashley Moore

Tuesday, November 24, 2009

Ensayo 1

El reflejo de la violencia creada por la sociedad

La historia de Argentina ha sido una de crecimiento y revolución, pero también una de violencia. Esto podemos ver en la mayoría de países latinos. Específicamente, la violencia es dominante en la literatura del siglo XIX y XX. Desde la literatura gauchesca hasta los textos de Luis Borges, es evidente que hay una razón dentro de este leitmotiv. Esta razón es simple: que la violencia en la historia de Argentina está completamente creada por la sociedad misma, igual que la connotación negativa con el gaucho. En este ensayo, analizaremos varios textos con este tema para explorar la construcción de la violencia por parte de la sociedad: Martín Fierro (1879) por José Hernández, El Matadero (1840) por Esteban Echeverría, y finalmente, “El sur” (1944) e “Historia de Rosendo Juarez,” (1870) ambos por Jorge Luis Borges.
Empezamos con Martín Fierro por José Hernández. Este poema muy largo cuenta la historia del gaucho con mucha belleza. Habla sobre varios aspectos de la vida del gaucho. Por ejemplo, el papel de la mujer durante esa época (o la falta del papel, mejor dicho). Además, el poema menciona los hijos de los gauchos; que crecieron algunas veces sin padres por causa de la guerra contra los indios. Más específicamente con respeto a la violencia y la guerra forzada entre los indios y los gauchos, José Hernández muestra claramente que no tenían la opción de decir “no” al gobierno. Las instituciones (o sea, los unitarios) tenían la meta de explotar las vidas de los gauchos (o sea, los federales):
Y no sé por qué el Gobierno
Nos manda aquí a la frontera
Gringada que ni siquiera
Se sabe atracar a un pingo
¡Se creará al mandar un gringo
Que nos manda alguna fiera!
(Mafud 82).
Antes de estas luchas, los gauchos tenían vidas simples y bellas con su música, sus leyendas, y la amistad. Pero después de la violencia impuesta por parte del gobierno, hay una vista muy diferente para los gauchos. En lugar de una vida más simple, hay una visión de violencia inherente con respeto al gaucho. Esto podemos ver con la siguiente lectura.
El Matadero por Esteban Echeverría es una historia llena de sangre y violencia. El título mismo es un lugar en que se mata los animales, pues sabemos que hay sangre y matando. “La figura más prominente de cada grupo era el carnicero con el cuchillo en mano, brazo y pecho desnudos, cabello largo y revuelto, camisa y chiripá y rostro embadurnado de sangre” (Echeverría). Pues la figura más respetada fue la que tenía la mayor capacidad de matar. Además, esta lectura habla sobre los unitarios versus los federales:
En aquel tiempo los carniceros degolladores del Matadero eran los apóstoles que propagaban a verga y puñal la federación Rosina, y no es difícil imaginarse qué federación saldría de sus cabezas y cuchillas. Llamaban ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador, patrón de la cofradía, a todo el que no era degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrón; a todo hombre decente y de corazón bien puesto, a todo patriota ilustrado amigo de las luces y de la libertad; y por el suceso anterior puede verse a las claras que el foco de la federación estaba en el Matadero” (Agresti 139).
Obviamente los federales serían los gauchos y los unitarios serían el gobierno o la autoridad. En esta historia observamos claramente la lucha entre los federales y los unitarios y cómo esta lucha es construida por los unitarios y sus reglas ridículas. Parece que hay un rasgo inherente de violencia en las vidas de los federales. Mientras los gauchos prefieren vivir más simplemente y sin guerra, los unitarios exigen que combatan contra los indios; no les dejan eligir si quieren pelear o no. Este hecho en si mismo crea muchísimos problemas de una manera muy fundamental: cuando uno toma el derecho de controlar la vida, casi se toma el alma de esa persona. Pues, ¿qué se tiene cuando su vida ya está determinada por fuerzas externas? Esto no sólo es una violencia física, sino también es una violencia interna. Uno puede perder su identidad real.
Otro ejemplo aparece en “El sur” por Jorge Luis Borges. Este texto cuenta la historia de Juan Dahlmann, quien tiene raíces de ambos una línea extrajera y también de una línea criolla. Este es decir que tiene antepasados ingleses y gauchos, quienes peleaban con los indios. “Mañana me despertaré en la estancia, pensaba, y era como si a un tiempo fuera dos hombre: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en su sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres” (Borges 508). Ahora bien, si vemos los dos aspectos, hay muchas diferencias. Primero, hay una historia mucho más prevalente de la violencia con sus antepasados criollos. Casi es un rasgo inherente:


…Juan Dahlmann (tal vez a impulso de la sangre germánica) eligió el de este antepasado romántico, o de muerte romántica. Un estuche con el daguerrotipo de un hombre inexpresivo y barbado, una vieja espada, la dicha y el coraje de ciertas músicas, el hábito de estrofas del Martín Fierro, los años, el desgano y la soledad, fomentaron ese criollismo algo voluntario, pero nunca ostentoso (Borges 506).

Con esta cita, podemos ver que hay una idea de la violencia completamente idealizada. ¿Por qué? Porque en el pasado, los gauchos eran forzados a pelear con los indios a la vez que la autoridad. Y a través de esta lucha, la violencia creció en algo obligatorio para sobrevivir.
Por eso esta idea está moldada dentro y a través de la visión del gaucho para la gente que vive después de aquel tiempo. Por lo que pasó durante ese tiempo, Juan Dahlmann piensa en “la muerte de un gaucho” cómo una con mucho valor:


El compadrito de la cara achinada se paró, tambaleándose. A un paso de Juan Dahlmann, lo injurió a gritos, como se estuviera muy lejos. Jugaba a exagerar su borrachera y esta exageración era una ferocidad y una burla. Entre malas palabras y obscenidades, tiró al aire un largo cuchillo, lo siguió con los ojos, lo barajó, e invitó a Dahlmann a pelear. El patrón objetó con trémula voz que Dahlmann estaba desarmado. En ese punto, algo imprevisible ocurrió (Borges 510).

Desde aquí, un hombre muy viejo, obviamente un gaucho, le da algo para pelear. “Dahlmann se inclinó a recoger la daga y sintió dos cosas. La primera, que ese acto casi instintivo lo comprometía a pelear…” (Borges 510). Este sentimiento, de que sabe que va a morir y todavía sale con el hombre, nos cuenta que sus raíces criollas quizás son más prevalentes que las raíces inglesas. Quiere ser más que un bibliotecario; quiere morir como murieron sus antepasados. Es importante notar que el autor menciona al Martín Fierro, porque allí está dónde vemos el primer cambio de cómo se retrata al gaucho en los textos. En lugar de una vida en las pulperías y música en general, vemos que el gaucho cambia para ajustarse a las exigencias de la autoridad.
Si hay calor, ya no son gente:
Si yela, todos tiritan:
Si usté no les da, no pitan
Por no gastar en tabaco,
Y cuando pescan un naco
Uno al otro se lo quitan
(Mafud 80).
Este cambio permanece para el resto de la representación del gaucho. Otro aspecto para notar es la violencia interna en el caso de Juan Dahlmann. Mientras es otro tipo, todavía es muy importante e igualmente fuerte. No conoce a si mismo, lo cual crea mucha confusión con su propia identidad y cómo quiere vivir su vida.
El último ejemplo la violencia cómo formación del gobierno sería “Historia de Rosendo Juarez” por Jorge Luis Borges. Esta historia es lo más importante. Todo sucede en un almacén cuando un hombre viejo camina por otro hombre y dice que quiere contarle su historia. Esta historia es violenta, pero al fin hay algo muy interesante. Cuando Rosendo va a pelear, tiene un cambio de mente: “No tengo miedo de pasar por cobarde. Podés agregar, si te halaga, que me has llamado hijo de mala madre y que me he dejado escupir” (Borges 418). Vemos aquí que sí, hay algo inherente en un hombre que quiere pelear, pero a la vez, tiene la elección de salir. Rosendo Juarez ve en un espejo el reflejo de un hombre atormentado y enfadado: un hombre que no quería ser. Aquí también hay violencia interna en el personaje principal. Y ésta es la parte interesante: que el gaucho rompió el papel usual de su personaje.
Pues con estos textos, vemos muchos ejemplos de la violencia. Cambia a través del tiempo con la visión del gaucho, y también hay violencia interna por causa de la violencia física y forzada por el gobierno. Es aparente que esta violencia fue construida por el gobierno porque podemos ver un cambio indiscutible en la vida del gaucho después de los eventos con los unitarios y los federales. Este impacto suele permanecer hoy en día también. Sobre todo, el punto principal de este argumento es que la sociedad puede poner expectativas imposibles a la gente. Cuando la sociedad pone ciertas expectativas en sus habitantes, fácilmente las personas se asimilan a esas expectativas. Esto puede afectar a la gente, cómo aquí con el gaucho, de una manera más que físicamente; puede consumir la mente de alguien. Y al fin del día, cómo en “Historia de Rosendo Juarez,” quizás uno pueda tomar la decisión de caminar en otra dirección.


Por Ashley Moore

Wednesday, November 4, 2009

Escritura creativa #2


Reflejo

Hay un problema con esta vista
Porque la imagen en el espejo
No es la mía
Pero es una rota, compleja, desnuda
Con un recuerdo que todavía me quema

Amigo, ¿qué puedo hacer ahora?

Mi espejo cada día me cuenta
Soy un hombre roto,
No vale la pena
Y soy mi propio peor enemigo
Me vuelvo loco por lo que no he hecho

¡Qué reflejo!
Vacío como mis promesas
Promesas, excusas, y más promesas
Te prometo todo
(Pero es una mentira)

Mi reflejo cada día me cuenta
Soy un hombre egoísta
Sólo causo pena
Estas piezas no van juntas todavía;
Esta imagen
No es la mía

Amigo, ¿qué puedo hacer ahora,
Cuando la imagen en mi espejo
No es la mía?

Por Ashley Moore



Friday, October 30, 2009

Pensamientos sobre el Grupo Escombros


Ayer Profesora Moret nos contó sobre su corriente favorita de estudio: el Grupo Escombros de Argentina. Disfruté mucho en su presentación; causas cómo la suya me impactan mucho. Aquí está el link para su sitio:


Hay muchas fotos cómo la arriba (El País de Lágrimas). Ellos quieren poner en acción la injusticia que ocurrió en Argentina en el pasado; además, quieren mostrar que esta injusticia todavía ocurre hoy en día en todas partes del mundo. La violencia e injusticia social no para con el fin de una guerra ni con el transcuro del tiempo. Es sumamente importante que aprendamos de esta historia para que nadie pueda repetirla. Unas corrientes del grupo son Mate Argentino, Objeto Inaccesible, y País de Lágrimas.


Friday, October 16, 2009

Escritura creativa #1

Mijo

Mijo, me duele el corazón
Por el dolor que miras
Con tus ojos jovenes
No entiendes lo que conspiran
Por eso, te digo:
"Mijo, no tengas miedo;
estás seguro entre mis brazos"
Pero todavía siento
Que te digo una mentira
¿Cómo se sabe
si las respuestas son "no" o "sí,"
Cuando el valor que tenía antes
Está oculto dentro de mí?
Sé que ves las lágrimas
Cayendo por el suelo
Y me dices, "No te preocupes, Papá,"
Pero lo que siento en mi pecho
Me dice a la vez que no hay esperanza
Que he hecho lo que puedo
Y ahora lo que hago-
Esperar; esperar; espero
Y si nos toman para siempre, Mijo
Nos tomarán sin miedo, peleando, y juntos

Por Ashley Moore

Wednesday, October 7, 2009

Un poema personal

Ciega

La verdad es lo que duele
Pues mentir es lo que suele
Ciega, vieja, joven estaba
Desnuda, viva, afortunada
Una mentirosa, fue ella

Mi amor superficial
Una guerra mundial
dentro de mí
Porque eso mundo fue mío
Y no fue nuestro

Un sentimiento falso consumiendo mi pecho
Ay, ahora lo veo
Lo que intentabas esconder
Ahora lo veo claramente
Lo que querías escoger

Pues escogiste lo que sueles
La verdad siempre es lo que me duele

Por Ashley Moore

Thursday, September 24, 2009

Reescritura #1

Un repasito de la literatura gauchesca

Si miramos todos los cuentos que hemos leído, podemos ver que hay mucho paralelismo; además, que también hay aspectos distintos. Un aspecto importante es cómo dialogan los autores con la tradición. En Martín Fierro, hay una variedad de corrientes sobre el gaucho y su tradición. Por ejemplo: la familia, los hijos, las instituciones, la rapiña, el gobierno, etc. José Hernández pinta una vida de ellos que es bella y simple, pero atormentada a la vez a causa de las luchas con el gobierno y la autoridad. Siempre hay la idea de una lucha entre los unitarios y los federales. Los unitarios quieren un gobierno y sistema de control muy estricto, y ellos son los que crean problemas a los gauchos. Por otro lado, los federales son los gauchos y los campesinos; que no quieren que todo el poder esté centralizado por gobierno. Piensan que tiene que ser una distribución del poder. Más generalmente, la tradición aquí y también con la literatura gauchesca normal es una vida que pone mucho énfasis en la familia, la belleza de lo simple, y la música.

Esta idea cambia un poco con el resto de las lecturas. En “El Sur,” Jorge Luis Borges, pinta al gaucho cómo muy valiente. El personaje principal quiere morir como gaucho; durante una lucha con puñales. El Matadero también describe el gaucho como un trabajador urbano y de una manera más violenta: “La figura más prominente de cada grupo era el carnicero con el cuchillo en mano, brazo y pecho desnudos, cabello largo y revuelto, camisa y chiripá y rostro embadurnado de sangre.” Desde las primeras lecturas hasta las más recientes, vemos un cambio notable en el tema del gaucho. Al principio, tenemos obras que se dirige el gaucho en si mismo, a los soldados en las guerras revolucionarias, y al pueblo. Hay un sentimiento del romanticismo en que se nota un enfoque en la música y cómo la gente recuerda sus tiempos más felices. En cambio, las lecturas de El Matadero, “Historia de Rosendo Juarez,” y “El Sur” hablan de la violencia, un énfasis en el cuchillo, o sea el heroísmo. Específicamente, el cuento “El Sur” muestra una idea completamente idealizada de lo que es un gaucho. Juan Dahlmann tiene raíces de Argentina, pero sólo es bibliotecario y no es muy valiente. Tiene fantasías de pelear con cuchillos contra unos hombres que le molestan en un bar. Y además, quiere confrontar a estos hombres para que pueda morir valientemente. “Historia de Rosendo Juarez” también tiene que ver con la violencia porque es sobre un hombre contando un cuento sobre un hombre que mató. Pues como podemos ver claramente, hay un cambio definitivo con respeto al gaucho en la literatura.

Los temas de la civilización y la barbarie son prevalentes en las lecturas. Pero primero, ¿qué quiere decir que hay una diferencia entre la civilización y la barbarie? Esta expresión quiere decir que la civilización es algo con más estructura, mientras la barbarie es una sociedad sin muchas reglas. Hay un orden claro de vida con una civilización y también un gobierno, pero con barbarie, la gente básicamente hace lo que quiere. En El Matadero, podemos ver que las instituciones y la autoridad crean una relación principalmente forzada entre sí mismos y los gauchos. Los unitarios crean problemas, y después ponen la culpa en los gauchos, o los federales. Utilizan a los gauchos para pelear contra los indios, lo cual crea violencia innecesaria. Y por eso, los unitarios reprimen a los gauchos y causan la transformación del gaucho en un bárbaro. Pues obviamente, los unitarios serían la civilización mientras los gauchos son la barbarie. Esto también podemos ver en “Historia de Rosendo Juarez porque,” de nuevo, hay una correlación entre el matón y la violencia. Pero seguro, esta transformación viene de la demonización previa del gaucho.

Hay muchas diferencias fundamentales entre los cuentos de Borges y los textos anteriores. Empezamos con el contraste entre el romanticismo y el postmodernismo. Lo anterior describe la mayoría de la literatura gauchesca, la que tiene que ver con el arte, las revoluciones, y la independencia. El Romanticismo tiene un enfoque principal en la belleza, mientras el postmodernismo tiene más que ver con ideas más filosóficas y culturales. Específicamente con Borges, a él le gustaba jugar con la imaginación, como podemos ver en su cuento “El Sur.” Johannes Dahlmann, el personaje principal del cuento, tiene fantasías de pelear y ser como un gaucho. Tiene tantas fantasías, y están tan mezcladas con la realidad, que nos hace cuestionar lo que verdaderamente es la realidad. No sabemos con seguridad lo que pasa realmente porque a Borges le gustaba crear una pluralidad de realidades. Hay un leitmotiv del gaucho en este cuento, mientras Johannes lucha por su doble-línea: tiene raíces extranjeras y criollas.

El tema del campo indudablemente es más prevalente en las historias previas, mientras la violencia predomina en “El Sur.” El tema de la identidad es mucho más obvio en este cuento, porque vemos que Johannes está luchando entre sus raíces extranjeras y criollas. Hay una parte de si mismo que quiere vivir como sus antepasados; además, que quiere morir como sus antepasados. ¿Quién es él, verdaderamente? ¿Es el bibliotecario como se ve en su trabajo diario? ¿Hay un gaucho adentro que quiere respirar y pelear como sus antepasados? La verdad es que no sabemos, y esto es exactamente lo que quería Borges.

Sobre todo, los textos que hemos leído contienen una variedad de temas: la violencia (ambos física e interna), la familia, el gobierno, la autoridad, etc. Podemos ver una progresión indiscutible de la vista del gaucho. Empieza con la música y felicidad, y a través del tiempo, vemos que el gobierno ha creado una connotación negativa con el gaucho. De todos modos, hay mucho que podemos estudiar para entender una gran parte de la lucha y la belleza del gaucho.
Por Ashley Moore